Corrientes, Friday 27 de February de 2015

La paracoccidioidomicosis (PCM) era considerada hasta hace poco tiempo técnicamente como “desatendida” u “olvidada”, pero se convirtió en una enfermedad que vuelve a poner en estado de alerta al nordeste argentino.

En este último tiempo se detectó el aumento de casos y la emergencia de una nueva forma clínica que afecta a niños y a jóvenes con una evolución rápida, progresiva y severa. Tanto que puede ser letal en caso de no ser diagnosticada de forma correcta o tardía.

Se trata de una micosis sistémica producida por hongos del género Paracoccidioides, es exclusiva de Latinoamérica y en países vecinos como Brasil, que había sido calificada como enfermedad olvidada. El hongo en cuestión está en el ambiente y se introduce en el organismo por inhalación.

La ciencia aún no pudo determinar exactamente cuál es su nicho ecológico, pero sí que está relacionado con el ambiente rural, con zonas húmedas, cercanas a los cursos de agua y que se desarrolla en condiciones de temperatura y humedad elevadas.

El NEA está incluido en la región endémica donde históricamente esta enfermedad se ha presentado con la forma clínica crónica del adulto, pero en los últimos años se registraron casos que activaron la alarma en la comunidad científica.

Hace algunos años el equipo de investigadores del Departamento de Micología del Instituto de Medicina Regional de la UNNE, encabezado por Gustavo Giusiano, sigue de cerca la evolución de la enfermedad en la región y son quienes han activado la alarma.

“En los últimos 2 años la frecuencia de casos de PCM en general aumentó cinco veces con respecto a años anteriores, pero con características epidemiológicas distintas a las que históricamente se conocía sobre esta enfermedad y que afectaba de forma crónica solo a los adultos y en zonas rurales”, expresó Giusiano.

El profesional y su equipo no arriesgan aún una causa sobre esta reemergencia de la PCM y la aparición de nuevas manifestaciones clínicas de la enfermedad. Aunque del abanico de posibilidades no descartan razones de tipo ambientales como consecuencia de la represa Yacyretá. Además es posible que los cambios en los tipos de cultivos como la sojización (Chaco es la que presenta mayor incidencia de casos comparado con Corrientes), el tipo de movimiento de suelos, agroquímicos, situación socioeconómica de la población, entre otros.

Detección
La PCM se puede diagnosticar de dos formas: directa e indirecta. La primera mediante la visualización y el cultivo del hongo. Se toma una muestra, se lo observa en microscopio y se cultiva.

La segunda es a partir de un test serológico, en la que a partir de suero del paciente obtenido de una muestra de sangre se lo enfrenta con el antígeno del hongo y en 48 horas se tiene un diagnóstico rápido y certero, si el antígeno es específico.

Manifestación
Al adquirirse el hongo por inhalación, se deriva en una infección pulmonar. Existen casos en que el hongo queda latente durante muchos años en los pulmones y que se manifiesta por una causa extrema (tabaquismo, alcoholismo, desnutrición, inmunosupresión, entre otros). En este estado el hongo genera lesiones pulmonares y se disemina a otros órganos, ganglios linfáticos y produce lesiones cutáneas y en las mucosas como la cavidad bucal.

Según Giusiano, también se está viendo manifestaciones poco frecuentes como en genitales y manifestaciones cutáneas generalizadas.

En el caso de niños y jóvenes, la diseminación del hongo es más rápida. No son tan frecuentes las lesiones pulmonares, pero sí algunos casos presentan nódulos pulmonares. Se generan adenopatías generalizadas, hay nódulos subcutáneos, lesiones osteolíticas (en los huesos).

La afección es mucho más generalizada y con un deterioro del estado general del niño considerable que puede derivar en la muerte en cuestión de pocos meses si no es diagnosticado correctamente y a tiempo.