La conferencia de prensa tuvo lugar en el despacho del presidente del Instituto del Cultura de Corrientes, Arq. Gabriel Romero, quien estuvo acompañado por el Secretario de Desarrollo Humano, Diógenes González, la coordinadora del Equipo Técnico de Cultura, Laura Arruzazabala, la representante del asociación Ángel Blanco, Daniela Acuña, y el artista especializado en la técnica de alfarería Richard de Itatí.

Durante los talleres de capacitación que se dictarán todos los sábados se producirán piezas con arcilla, un recurso natural que se encuentra en la zona ribereña y que puede ser sometido a altas temperaturas y experimentar un proceso de cristalización. Este proyecto que pone en marcha el Instituto de Cultura de la Provincia y la Fundación Ángel Blanco busca recuperar además un oficio considerado ancestral que debe ser revitalizado como componente identitario para la comunidad.

La referente de la fundación Ángel Blanco, Daniela Acuña, señaló que hace tiempo realizan una importante labor social en el barrio Río Paraná, apadrinando un comedor comunitario que asiste a más de 50 familias y que apuestan además a desarrollar acciones de impacto favorable en la zona. “Buscábamos una propuesta para trabajar en comunidad y gracias al apoyo del Instituto de Cultura ahora estamos iniciando este programa que está vinculado con la actividad que llevan adelante los ladrilleros”, indicó.

“Es importante vincular la actividad cultural con el territorio. Vemos a la cultura como una manera de inserción social y por eso estamos trabajando junto a la secretaria de Desarrollo Humano”, explicó el presidente del Instituto de Cultura, Arq. Gabriel Romero, a la vez que remarcó este programa permitirá recuperar una técnica artesanal y, por ende, parte de nuestra identidad. “Desde la gestión cultural apostamos a esta otra perspectiva de la cultura y estamos llevando adelante otras actividades en este sentido en la zona de La Olla que vamos a presentar la semana que  viene”, anticipó.

El secretario de Desarrollo Humano, Diógenes González,  hizo hincapié en el aporte de su área a esta visión amplia de la cultura. “Vamos a apoyar y poner toda nuestra estructura para favorecer este tipo de proyectos. En este caso la cultura se transforma en un medio de progreso y permite que los ladrilleros vivan dignamente de su trabajo”, afirmó.

Valor agregado
“La idea es ir al barrio Rio Paraná donde hay familias de ladrilleros que viven de la fábrica de ladrillos y darle valor agregado a su materia prima. Con el barro producen sus ladrillos, y de a poco, buscaremos capacitarlos para darle valor agregado y crear macetas artesanales, cazuelas, ollas y artesanías”, detalló el artista Richard de Itatí.

El taller de alfarería se dictará todos los sábados la tarde. “Nos vamos a reunir con la familia de ladrilleros porque la alfarería es un oficio familiar y a los niños les encanta. Además este trabajo que se hará con los chicos y los adultos favorecerá la retroalimentación y cohesión familiar”, destacó el capacitador, además de señalar que se trata de un oficio que desapareció ante el avance del plástico, sin embargo, mencionó el caso de provincias como Salta, Jujuy y Córdoba, donde resurgió gracias a la demanda de los turistas.