Nacional, Wednesday 1 de April de 2015

La jefa de Estado pidió que los que tributan ese impuesto sean "solidarios con el resto de los trabajadores". Criticó duramente a los sindicalistas que convocaron a la medida de fuerza. Consideró que hoy (por ayer) "hubo una huelga de transporte, no un paro general". 

Cristina Kirchner encabezó este martes por la tarde un acto en La Matanza, donde estuvo acompañada por el vice Amado Boudou, parte del gabinete, el gobernador Daniel Scioli y el intendente local, Fernando Espinoza, entre otros. La cita sirvió para inaugurar una serie de obras en ese partido y otros distritos -a través de teleconferencias-, pero sobre todo para desacreditar el paro convocado por el sindicalismo opositor.
 
"Fue una huelga de transporte". Así definió la Presidente a la medida de fuerza. A su entender, si los gremios de ese rubro no hubiesen adoptado esa medida, no habría habido "paro general".
 
La mandataria dijo entender que a quien "no conoce la pobreza o la carencia" no le "nazca la solidaridad". Indicó que le "duele más cuando vienen del palo y lograron un trabajo mejor remunerado, y se olvidan de los que todavía no pudieron" y remató: "Hacen un paro porque quizás tuvieron que dar un poquito de su sueldo para dar agua potable, para los jubilados, para las cloacas".
 
Las palabras de la jefa de Estado, transmitidas en cadena nacional, eran pronunciadas apenas dos horas después de que Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Michetti brindaron una conferencia de prensa en el que calificaron de "contundente" el alcance el paro. A ellos pareció referirse Cristina Kirchner cuando, citando a Eva Perón, dijo: "Le tengo más miedo al frío de los corazones de los compañeros que se olvidan de dónde vinieron que al de los oligarcas".
 
Aunque no lo mencionó –en cambio lo identificó como un "emblema de los 90"–, tuvo un mensaje especial para Barrionuevo. "Se refería a nuestro ministro de Economía como 'rusito', por judío", dijo sobre unas declaraciones que hizo temprano el gastronómico. Y se mostró expectante de que alguna entidad de la comunidad judía se pronuncie al respecto.
 
La Presidente observó que en numerosos países del mundo la preocupación actual se dirige a la pérdida del empleo y el cierre de fábricas. Y agregó: "Siento vergüenza de que los trabajadores mejor pagos no les permitan al otro 90% ir a sus trabajos".
 
De acuerdo a la mandataria, las que motivaron este paro no son "reivindicaciones obreras" sino de un acto de "oposición". En función de esa denuncia, pidió a aquellos que lo impulsaban por esos motivos que se presenten a elecciones.
 
Por último, afirmó que los promotores de la medida de fuerza "se olvidan" que durante el kirchnerismo se restableció el régimen de convenciones colectivas de trabajo y un consejo del salario mínimo. Y de cara al futuro, añadió: "No quiero ver a ningún trabajador ni a un dirigente sindical tener que convocar a un paro porque le bajaron los salarios".
 
"Si tiene que seguir habido huelgas porque hay un puñado de trabajadores que no quiere colaborar con el resto, la vamos a seguir bancando. Pero les pido que piensen en los hermanos y hermanas a los que todavía les falta. Les pido mucha consciencia y mucha solidaridad", concluyó.