Nacional, Thursday 2 de July de 2015
El fiscal Mariano Carabajal, de la segunda Cámara del Crimen de San Martín, reclamó 20 años de prisión para ambos y 19 años para un amigo de ellos. Maltratarlos y entregarlos para que sean sometidos sexualmente fueron las aberrantes acusaciones.

El fiscal de Cámara de San Martín Mariano Carabajal pidió ayer 20 años de prisión para el padre y la madre de siete niños de entre 3 y 15 años que eran sometidos en su casa a prácticas sexuales, maltrato y abandono. En su alegato, Carabajal los consideró coautores pese a que ellos no cometieron los abusos sexuales, sino que entregaron a sus dos hijas mayores a un amigo de la familia, para quien el fiscal pidió una condena de 19 años de cárcel.

El alegato de Carabajal llevó toda la mañana de ayer y las defensas recién podrán realizarlo el lunes próximo. Se espera que la sentencia sea dictada el martes.

El fiscal consideró a los tres imputados coautores del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado, en concurso real con corrupción de menores.

La acusación formal, aunque muy grave, es sólo una muestra de las tremendas condiciones en las que vivían los 7 hermanos.

Acusó a los padres, un albañil de 37 años y su esposa de 34, de haber entregado a sus dos hijas mayores, actualmente de 14 y 15 años, a un amigo para que mantuviera relaciones sexuales con ellas. Esos encuentros se producían en la misma casa de las víctimas, ante la vista de todos, incluidos los hermanos menores. También les obligaban a ver videos pornográficos en esos encuentros, se supo.

Pero también la fiscalía, apoyada en los numerosos testimonios prestados en el debate, subrayó el abandono y el maltrato en el que vivían todos los hermanos.

Mal alimentados, mal vestidos, sufriendo castigo físico y observando en su casa los abusos y también las relaciones sexuales que mantenían sus padres en grupo con desconocidos.

La Justicia comenzó a intervenir después de que una vecina denunciara el caso, en febrero de 2013. Una de las nenas, compañera de escuela de una de sus hijas, se había quedado a dormir en su casa y le dijo que tenía molestias en sus genitales, y luego le contó lo que ocurría en su casa. La mujer la llevó al hospital Perrupato, donde los médicos confirmaron que era víctima de abuso sexual y la causa se inició de oficio.

Pocos días después, los 7 hermanos fueron alojados en un hogar de menores, mientras los padres eran detenidos.

Sin embargo, el daño causado a los niños, tanto a las dos niñas como a los cinco varones que observaron los abusos y las desviaciones sexuales de sus padres, todavía no han superado esa tremenda experiencia. Los peritos estiman que fueron muchos años de abuso y que en ellos participaron otras personas, pero que la psiquis de los menores y como forma natural de autodefensa sólo recuerdan algunas de ellas.

Los niños, hoy todos escolarizados, siguen teniendo comportamientos que develan lo que les ha tocado vivir.

Autor: Horacio Rodríguez / Diario UNO.