Nacional, Friday 3 de July de 2015

El posporno es un movimiento artístico que trata de convertir en sujetos a aquellos cuerpos o subjetividades que suelen ser objetos de la representación pornográfica: las mujeres, las minorías sexuales, los cuerpos no-blancos o discapacitados, los transexuales, intersexuales y transgénero.

En el posporno, aquellas personas ignoradas por el porno hegemónico o utilizadas para representar fantasías ajenas, a menudo incluso de forma denigrante, toman las riendas y se graban o actúan expresando su sexualidad, convirtiéndose en protagonistas con un guión que ellas deciden.

El movimiento intenta revolucionar el concepto de la pornografía a través de lecturas feministas y posestructuralistas, específicamente referenciales a Judith Butler en "El género en disputa" y las teorías de Michel Foucault, especialmente en "La Historia de la Sexualidad". Los autores Maria Llopis y Paul B. Preciado son referentes actuales del movimiento en el mundo hispanohablante.

El término posporno surge con el fotógrafo erótico Wink van Kempen y la artista norteamericana y ex-trabajadora sexual Annie Sprinkles como una decisión de posicionamiento político en contradicción con el movimiento porno de Andrea Dworkin de los años '60 y '70.

Kempen usó esta expresión para referirse a las creaciones sexualmente explícitas cuyo objetivo no es masturbatorio sino paródico o crítico. Indignada con la industria del porno en la que había trabajado como actriz y que consideraba tanto sexista como irresponsable ante la crisis del sida, Sprinkle pasó a dirigir sus propias películas y a organizar espectáculos en los que desarrolla sus facetas de artista, educadora sexual y activista feminista.

En este sentido, en 1989, Sprinkle empezó a incluir en sus shows una performance llamada "Public cérvix announcement", en la que proponía una visita al cuello de su útero como forma de parodiar los mitos y el oscurantismo que rodearon históricamente a los genitales de las mujeres.

En España, esta corriente tomó fuerza ya iniciado el siglo XXI. El clímax llegó en 2008, cuando el teórico queer Paul B. Preciado (anteriormente conocido como Beatriz Preciado) organizó en Donostia el congreso FeminismoPornoPunk, en el que participaron tanto figuras destacadas a nivel internacional como artistas, activistas y comunicadoras locales.

Justamente, las mujeres que llevaron a cabo la intervención en la Facultad de Sociales de la UBA son de Cataluña. Ellas integran un grupo de "artivistas" que investigan sobre género y pospornografía llamado Post-Op.

Según su web, son un "grupo interdisciplinar relacionado con la investigación de género y la posornografía. Proyecto que apuesta por la resexualización del espacio y la esfera pública y la relectura crí­tica del discurso normativo. Seres vivos creativos se unen para generar un espacio de trabajo híbrido que aborda sexualidad y género desde la noción de cuerpo y performance. Cuerpos, roles y morfologías aparecen como entes en tránsito que cuestionan el orden legitimador y proponen prácticas sexuales y géneros no esencializantes".