Nacional, Monday 3 de August de 2015

 El periodista Tití Fernández celebró la condena del asesino de su hija, aunque admitió que el sufrimiento y la tristeza por la pérdida siguen presentes.

Para Tití Fernández no fue un día cualquiera. “Fue un buen día”, como él mismo lo calificó. Mientras desayunaba y leía los diarios, el reconocido periodista deportivo recibió un llamado en el que le comunicaron una esperada noticia: la justicia de Brasil había condenado al asesino de su hija a cinco años y cuatro meses de prisión.

María Soledad Fernández, periodista de 26 años e hija de Tití, falleció en un accidente de tráfico en el kilómetro 619 de la ruta 381 en Oliveira, Brasil, el 2 de julio de 2014. Según testigos, el automóvil en el que viajaba Soledad junto a otros dos colegas argentinos sufrió el toque de un Volkswagen Golf y cayó en un barranco, causando la muerte de la joven.

“Es un día muy especial”, admitió Tití en una charla con Infama, en la que destacó la labor de la justicia brasileña. “Con Norita (su mujer) nos juramentamos que íbamos a hacer todo lo posible para que este chico encuentre la condena”, agregó.

“No le deseo nada malo, quiero que cumpla lo que tenga cumplir en la cárcel. Es un dolor que no nos va a quitar nadie del pecho”, expresó Fernández, quien también contó que luego de recibir la noticia se abrazó y lloró con su esposa: “Fue un llanto de felicidad, de desahogo, de conseguir lo que estábamos buscando”.