Nacional, Thursday 1 de December de 2016

Esta es la historia de amor de una pareja que ya lleva 30 años de casados por civil, hasta que el hombre decidió armar una boda sorpresa para que él y su esposa den el sí ante Dios y ratificar la elección de tres décadas atrás.

Gustavo Ortiz, fotógrafo de Clarín por más de 20 años, comenzó a armar la idea cinco años atrás pero por fin pudo concertarla el fin de semana pasado luego de que un cura aceptara ser cómplice de la ceremonia sorpresa.

El casamiento fue el fin de semana pasado en la iglesia Sagrado Corazón de Barracas. “El cura, un fenómeno. En la ceremonia dijo: ‘Cuando me vino a hablar hace cuatro meses, dije ‘Este pibe está loco’. Pero yo estoy más loco que él”, contó el flamante esposo.

Gustavo no fue el único que tuvo que mentirle a Mercedes. Una larga lista de familiares y amigos participaron de un plan digno de un guión de Hollywood.

Mercedes se arregló para asistir al casamiento de un amigo en común con su esposo, Walter, el Mono. “Cuando le dije que se casaba el Mono, me contestó que bárbaro, que tenía un vestido que había usado en un 15 hacía unos meses. Pero era negro”, dijo.

Para solucionar el problema, el fotógrafo mandó a hacer “cuatro tarjetas especiales, con la invitación a un salón muy coqueto y caro de Barracas. Y las amigas la convencieron para ir todas de largo y para que no se vistiera de negro, le mandaban fotos al Facebook, hasta que se decidió a hacerse un vestido”.

La parte más compleja del plan fue el día de la boda. Llegaron a la Iglesia con una pareja de amigos. Todos los demás habían estacionado el auto en la calle paralela, para dejarle espacio libre a su auto.

“Dejé el auto en la puerta. Mi amiga nos dijo que camináramos más rápido porque ella y mi mujer iban más despacio por el vestido”. Así, Gustavo llegó antes, saludó a sus amigos y llegó al altar.

Una amiga cantó el Ave María y la sorpresa sigue. “No pensé que el video iba a tener tanta repercusión, me escribe gente que no nos conoce y me cuenta que ve el video y llora”, aseguró Gustavo, y admite que el sueño del casamiento por iglesia era suyo.

Con su mujer están juntos desde hace 30 años y se casaron por civil en enero de 2003. Tienen tres hijos: Gaspar (13), Gianni (10) y Gala (4).