Nacional, Sunday 21 de January de 2018

La diva cargó contra el feminismo y dijo que "se farandulizó". También contó una dura experiencia de violencia de género. "Me gusta la mujer al lado de un hombre, ni delante ni atrás", agregó.

Moria Casán una vez más dejó frases que causaron revuelo.

Una vez más las declaraciones de Moria Casán provocaron gran revuelo en las redes sociales y dijo que hoy “se farandulizó el feminismo” y aseguró: “Me gusta que me acosen”.

La “One” brindó una entrevista a la revista Noticias donde marcó nuevamente su postura respecto al feminismo.

“No soy una feminista, sería una feminista no agresiva. Se farandulizó el feminismo. Hoy se pasan de rosca. Si un tipo les dice: 'Qué buena que estás', lo mandan a la concha de la lora. ¿Qué te pasa, chabona? Hay mucha desubicadita", indicó la diva.

Luego agregó: “Puedo entender a la mujer pero no entiendo la histeria, y hay mucha histérica con cosa guardada. Todo lo que entra tiene que salir. Sino escupilo, mamita, vomitalo. Hay un ir para atrás, hay un vintage rencoroso. Creo en la “vaginocracia”. Pero tener el poder de la procreación no te hace más que el hombre. Me gusta la mujer al lado de un hombre, ni delante ni atrás. No creo en el hombre títere”.

Más adelante contó una dura anécdota que vivió con un argentino en Nueva York que había sido vicepresidente del Banco Nación en la década menemista, quien la acosó pero luego la relación se desvirtuó.

“Un día estaba en el programa de Mariano Grondona y me dice Laura Ubfal que tenía un amigo que se moría por mí y le dije que le diera el teléfono de mi casa. Empezó a llamar y se hizo amigo de la mucama y de mi hija y empezó a manejar mi casa virtualmente. Me llamaba al celular y me decía donde estaba yo en ese momento. Eso empezó a conquistarme porque si hay algo que me gusta es que me acosen”, confesó.

Y continuó: “Un día me tomo vacaciones y me voy a Nueva York con dos amigos. Él me fue a buscar al aeropuerto, desayunamos, paseamos y etc. Vivimos una pasión única. Era el hombre de mi vida. Vuelvo a la Argentina, él viene y vivimos un amor fuerte hasta que se fue. Después de la muerte de mi madre, decido ir a Nueva York”.

Sin embargo allí fue víctima de violencia de género. “El tipo empezó a darme trompadas. Me sentí tan humillada que me quedé. Cocinaba y limpiaba. Quería trabajar en los pisos de mucama. Había enloquecido. Fueron no más de tres días que estuve así flasheada hasta que llamé a mis amigos y me sacaron de ahí. Me siguió y psicopateó durante un tiempo hasta que le dije: Nunca más me vas a ver’ y nunca más me vio. Volví a elegirme a mí misma y a mi corazón, que es lo único que aún me queda virgen”, reveló.