Nacional, Friday 2 de November de 2018
 

El productor y líder de Rombai presentó la nueva formación de la banda y habló con Teleshow sobre la demanda que le inició el ex cantante de Márama

El 2018 fue un año de cambios para Fer Vázquez, el líder de Rombai. De la formación original del grupo uruguayo, fundado en 2014, sólo quedó él. Y muchos de sus ex compañeros comenzaron a tildarlo de "conflictivo". Sin embargo, en diálogo con Teleshow, el cantante y compositor que a partir de ahora estará acompañado por la colombiana Valeria Emiliani y la boliviana Megumy Bowles, con quienes ya lanzó el single "Me voy", dio su versión de los hechos.

"Para mí fue un año difícil. Es verdad que tuve algún que otro percance con los chicos de la banda. Pero lo más complicado fue lo que me pasó con Márama", le aseguró Fer a Teleshow.

Es que, además de la banda que él lidera, Vázquez fue el ideólogo del grupo que encabezaba Agustín Casanova y que, este verano, finalmente se disolvió dando lugar a una demanda por un millón y medio de dólares que el ex protagonista de Simona inició contra Fer. ¿El motivo? Según el cantante, todo comenzó tras su decisión de cambiar de representante y dejar de trabajar con Enrique Quinteros, para ponerse en manos del argentino residente en Miami Walter Kolm, actual mánager de Maluma, Carlos Vives, Wisin y CNCO, entre otros.

"Mi distanciamiento de Agus coincidió con mi decisión de separarme de Quinteros, al considerar que no venía haciendo las cosas de la forma correcta, por decirlo de alguna manera… Yo lo invité a sumarse a este nuevo proyecto, con un nuevo mánager, que me parecía que era lo que nos merecíamos por cómo veníamos trabajando tanto en Márama como en Rombai. Y, en un principio, a él le copó la idea y me dijo que me iba a seguir. Pero, finalmente, decidió quedarse con Enrique y ahí empezó el problema", explicó Vázquez.

—El problema derivó en un juicio en el que Casanova te reclama por los cuatro años en los que, según dice, trabajó para vos, ¿verdad?

—Sí. Y me tomó por sorpresa, porque él me inició un juicio laboral cuando nosotros en realidad éramos socios. Yo a Agus lo invité a ser parte de Márama y, después, le propuse asociarse a esa banda, que fue un gran negocio. Así que, que venga ahora a hacerme una demanda laboral, no me parece muy honesto ni muy leal de su parte. De todas formas, pienso que no fue una iniciativa de él.

— ¿Entonces?

—Para mí fue Quinteros, que debe tener algún rencor conmigo porque me fui, el que lo impulsó a hacerlo. Pero, en definitiva, es Agus el que pone la cara.

—Muchas veces se ha hablado de los celos que había entre ustedes, sobre todo en el Bailando. ¿Cómo era la relación que tenían?

—Nosotros teníamos una amistad y una muy buena relación de trabajo hasta que llegamos a ShowMatch. Ahí se generó una suerte de pelea que no era cierta, pero que quizá no supimos manejar. Y algo se rompió. Pero igual seguimos llevándonos muy bien hasta ahora, que él decidió quedarse con Quinteros a pesar de mis recomendaciones.

— ¿Vos decidiste cambiar de representante por supuestos desmanejos económicos?

—Desmanejos varios, digamos. No viene al caso entrar en detalles, pero cuando se habla de un mánager que hace las cosas mal, no hay mucho para imaginar… Y ahora salió esto del juicio, cuando yo tengo todas las pruebas de que con Agus fuimos socios. Entonces, si tenemos que ir a tribunales, iremos. Va a ser un embole, porque meterse en todo ese asunto de abogados no está bueno y, menos, para nosotros que somos artistas. Y me da pena por él porque, la verdad, no lo reconozco haciendo este tipo de cosas. Pero yo voy a hacer todo lo que sea necesario para defenderme, porque todo este asunto me ha hecho quedar muy mal parado.

—Convengamos que tu imagen también se vio dañada por los comentarios de otros ex integrantes de Rombai, en especial de Camila Rajchman. ¿Hiciste algún mea culpa para ver por qué terminaste con tantos conflictos?

—Sí, claro. Y yo sé que cometí muchos errores de los que fui aprendiendo. Pero también siento que me hicieron muchas cosas que no fueron justas. El grupo fue pasando por distintas etapas. La primera fue con Cami, que estaba en una clase de Comunicación y no sabía cantar cuando yo la invité a la banda. En ese momento lo tomábamos como un hobbie pero, cuando pasó a ser algo profesional, decidió irse porque dijo que eso no era para ella.

— ¡Ahora se lanzó como líder de Blonda!

—Claro. Y después fueron pasando distintos integrantes con los que también tuve muchas equivocaciones. Así que, en esta nueva etapa que es cien por ciento profesional, espero poder aplicar todo lo que aprendí. Y me siento mucho más maduro como para hacerlo. Porque las relaciones humanas son muy complicadas. Uno se pelea hasta con su familia. ¡Imagínate con la gente con la que pasas tantas horas trabajando y conviviendo! Si hasta estoy pensando en contratar a alguien que me dé clases de recursos humanos como para saber manejar estas situaciones.

—Hablemos de las cantantes que te acompañan ahora…

—Son dos chicas muy talentosas y estoy muy contento de tenerlas en Rombai.

—Se supone que las eligieron a través de un casting, pero muchas fans lo cuestionaron diciendo que estaba "todo arreglado".  ¿Cómo fue el tema?

—Hubo cuestionamientos, como siempre… Pero la realidad es que se hizo un casting a través de Instagram, en el que se postularon más de diez mil chicas. El hastag para participar era #Rombai2018. Y hubo varias etapas en las que nuestro equipo y el de la discográfica, Sony, fueron haciendo un proceso de selección. Lo que importaba, fundamentalmente, era la voz y cómo trasmitían con ella. Porque hay gente que canta bien pero no llega a emocionar. Y la verdad es que ellas dos suenan dulces y sexys, además de ser lindas, simpáticas y carismáticas, así que fueron elegidas porque le suman mucho a la banda.

— ¿Entonces el casting fue transparente?

—Sí, absolutamente.

—Nuevas cantantes, nuevo mánager, nueva discográfica…

—Estaba pensando: faltaba cambiar el nombre y era otra cosa completamente distinta. Pero mirá qué bueno, porque al ser todo nuevo corríamos el riesgo de que a la gente no le gustara. Y, sin embargo, estoy muy orgulloso porque logramos arrancar con el pie derecho con una canción que tiene el sonido indicado. No perdimos nuestra esencia, que es la cumbia que tanto hace bailar a la Argentina y al Uruguay. Pero ahora, nuestro desafío junto a Walter es llevarla un poquito más lejos.

—Kolm trabaja con grandes figuras internacionales…

— ¡Uff! El tipo es una bestia, es muy bueno realmente. Y nosotros estamos súper felices de trabajar con él. Porque, esta vez, Rombai se viene con todo.