Nacional, Thursday 13 de December de 2018

Las víctimas, de entre 14 y 22 años, eran obligadas a prostituirse tras ser captadas mediante ofertas laborales engañosas.

La Justicia investiga a los líderes del sindicato de jaboneros por ser parte de una organización que explotaba chicas y adolescentes en un predio del gremio ubicado en el partido bonaerense de La Matanza.

Tras un pedido del fiscal Sebastián Basso, el juez federal de Morón Martín Ramos citó a indagatoria a los secretarios generales del sindicato, Sergio Gabriel Toro, vicepresidente de la Federación de Trabajadores Jaboneros y Afines de la República Argentina y Rubén Alberto Olalla, su presidente.

Según la investigación -difundida en el canal Todo Noticias- la red explotaba adolescentes de entre 14 y 22 años en una quinta ubicada en la localidad de Villa Luzuriaga. Las víctimas eran captadas mediante ofertas laborales engañosas: les decían que podrían ser mozas o hacer tareas de limpieza, pero al mes las obligaban a prostituirse. 

"Les decían que iban a trabajar de camareras y luego, mediante acciones de fuerza y de violencia las introducían en el mundo de las prostitución", explicó Basso. Según el fiscal, el hombre que captaba a las víctimas se llama Fernando Pablo Escobar, quien estaba a cargo de la administración del predio y tiene antecedentes por violación.

"La quinta se promocionaba para eventos tanto sociales como sindicales", explicó Basso. Y agregó: "Además, estaba acondicionada para funcionar como prostíbulo, es indudable que las autoridades del sindicato estaban atrás de esto".

Escobar amenazaba con armas a las víctimas y les mostraba fotos de sus familiares bajo la advertencia de que si no accedían a prostituirse mataría a los familiares.

Según indicó el fiscal, la investigación tiene contabilizadas al menos 14 adolescentes -la mayoría de entre 14 y 16 años-, que fueron víctimas de la red que funcionó desde octubre de 2016 hasta ahora.

Los jefes sindicales Toro y Olalla fueron citados a declarar el próximo lunes. Escobar quedó detenido junto a Araceli Sandra Di Pascua y su pareja, Diego Adrián Peralta Núñez, quienes administraban la quinta.

Desde el sindicato dijeron que el predio estaba "usurpado" desde hacía un tiempo, pero desde la Justicia aseguraron que no presentaron ninguna prueba que avale esa defensa. Y que tampoco hay papeles firmados entre el sindicato y los administradores del lugar, por lo que sería una contratación completamente irregular.

Las chicas -explicaron fuentes de la Justicia a Clarín-, eran todas de condición humilde, con múltiples vulnerabilidades, que vivían en la zona de Luzuriaga, La Matanza y Merlo. También aseguraron que fueron muchas más de 14 víctimas, pero que a muchas les contó encontrarlas o que se presenten, ya que les daba vergüenza o tenían miedo. "Todas historias muy densas, que fueron usadas por los explotadores para obligarlas a prostituirse".

A las chicas les daban en el mejor de los casos la mitad de lo que se cobraba por cada "pase" de los "clientes", que solían ser varones del sindicato, policías y políticos. Muchas veces Escobar no les daba nada, y encima les pegaba. Varias chicas relataron abusos de él, y una incluso declaró que fue violada. 

Fuente:Clarin