Nacional, Wednesday 17 de July de 2019

La llegada del hombre a la Luna fue uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX.

 

 

 

El 16 de julio de 1969, la nave Apolo XI despegó desde del Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida. Llevaba a bordo a los astronautas Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins decididos a hacer historia en aquella complicada misión para la que habían sido preparados: ser los primeros seres humanos en pisar la Luna.

Tras cuatro días de viaje y avanzar hasta haber abandonado la órbita terrestre, la nave entró en el módulo lunar y comenzaron a descender para posarse en la superficie de la Luna, en una zona denominada Mar de la Tranquilidad.

Sentado frente al televisor, el mundo vio cómo Neil Armstrong pisó la Luna en la madrugada del día 20 de julio. Y ante la mirada de millones de personas alrededor de todo el planeta, mientras descendía por la escalera del módulo, Armstrong dijo la famosa frase: "Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad".

Posteriormente Aldrin se unió a él ofreciendo una simple pero poderosa descripción de la superficie lunar: "Magnífica desolación".

Tomaron fotografías, manejaron una cámara de televisión (gracias a la cual los espectadores de todo el mundo pudimos asistir a sus hazañas), colocaron una bandera de Estados Unidos y depositaron una placa metálica con la siguiente inscripción: "Aquí los hombres del planeta Tierra han puesto el pie sobre la Luna por primera vez. Julio de 1969. Hemos venido en paz en nombre de toda la humanidad".

Mediante picos y palas, los astronautas también recogieron arena y fragmentos de rocas lunares para traerlas a la Tierra y hacer los análisis científicos pertinentes.

La hazaña espacial finalizó cuando el módulo de mando cayó en aguas del océano Pacífico, no lejos de Hawái el 24 de julio. Luego, los astronautas tuvieron que someterse a una cuarentena, ya que podía darse la posibilidad, aunque casi remota, de que hubieran traído algún germen desconocido de la Luna.

Los hombres de la Tierra habían caminado sobre la superficie de la Luna y habían regresado sanos y salvos a casa. El reto estaba superado, pero la carrera espacial continuaba.