Nacional, Monday 13 de January de 2020

El 09 de enero de 2016, en un arrocero de la localidad santafesina de Cayastá, fueron detenidos los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci. 

El 09 de enero de 2016, en un arrocero de la localidad santafesina de Cayastá, fueron detenidos los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci. Se habían escapado el 27 de diciembre de 2015 de la cárcel de General Alvear. Toda la sociedad argentina había quedado estupefacta.  Por el caso echaron a ocho penitenciarios y sancionaron a otros tres,

Los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schilacci fueron condenados por el triple crimen de General Rodríguez  y cumplían la condena en la por esa entonces la cárcel de máxima seguridad de General Alvear.

Martín había dado una entrevista televisiva en la que daba a entender que el en ese momento candidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández, había sido el instigador de los múltiples homicidios de los empresarios farmacéuticos Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Vina, ocurridos en 2008, en la que se vinculó con la mafia de la efedrina.

Muchos dicen que esa aparición pública  fue clave para la derrota de Aníbal ante la candidata de Cambiemos  María Eugenia Vidal.

Sin embargo, fueron esos tres reclusos los que a 17 días de la asunción de Vidal la sumergieron en una crisis de seguridad sin antecedentes en la Provincia.

Por la "increíble" fuga fueron echados el director de la cárcel, el jefe del Complejo Penitenciario y otros seis oficiales penitenciarios. Además, otros tres recibieron sanciones disciplinarias. 

El "gran escpae" sucedió cerca de las 2 de la madrugada del 27 de diciembre de 2015. De acuerdo a la investigación un penitenciario ingresó a la sección de Sanidad de la cárcel para el recuento de los internos. Tres de los condenados como autores materiales del triple crimen de General Rodríguez se encontraban en una celda de esa área especial por “razones de seguridad”.

Pero en media hora, los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci redujeron a toda la guardia del penal y escaparon. Usaron golpes de puño, precintos para atar a los guardias y apenas un arma de madera que los penitenciarios, aseguran, creyeron que era de verdad. En el último puesto antes de dejar el penal se hicieron con una pistola ametralladora real.

Robaron el automóvil de un penitenciario con el dueño del vehículo en su interior y se trasladaron hasta donde los esperaba una camioneta 4x4 color negro doble cabina.

 Abandonaron el auto y a bordo de la camioneta siguieron rumbo hacia la localidad de Saladillo, de acuerdo al registro de las cámaras de seguridad. La siguiente aparición del trío fue en la localidad de Ranchos, donde, a bordo de una Ford Ranger, pasaron un control policial y abrieron fuego contra los efectivos allí apostados.

Lucrecia Yudati y Fernando Pengsawath, dos jóvenes oficiales de las bonaerenses, fueron acribillados. Las heridas que recibieron los obligaron a someterse a decenas de operaciones y a seguir una larga rehabilitación. Pero salvaron sus vidas. Fue el 31 de diciembre.

Finalmente, el 9 de enero, el trío delictual fue capturado cerca de Cayastá, en la provincia de Santa Fé. Huían a pie luego de haber chocado la camioneta en la que se trasladaban.

La fuga fue la primera crisis política de la entonces gobernadora María Eugenia Vidal y mantuvo en vilo a las autoridades durante unas dos semanas. Fuerzas federales y convictos protagonizaron un raid que expuso la violencia de los prófugos y numerosas desinteligencias de las fuerzas de seguridad.

Durante el escape, los Lanatta y Schillaci cometieron delitos y crímenes que les valieron nuevos juicios tras ser recapturados. Hoy están tras las rejas, pero bajo la custodia del Servicio Penitenciario Federal.