Internacional, Sunday 6 de February de 2022

La reina de Inglaterra recuerda a su esposo fallecido Felipe y muestra su parecer del comportamiento de sus hijos. Sobrevivió a siete papas y trece primeros ministros. Un repaso de su historia.

 

Hasta la renuncia al trono del entonces rey Eduardo VIII, duque de Windsor, en 1936, para poder contraer matrimonio con una mujer divorciada y extranjera, Wallis Simpson, la entonces adolescente princesa Isabel, hija del hermano menor de aquel, el príncipe Alberto, no contaba en sus planes futuros llegar a ser reina. Pero esta decisión de su tío, que provocó una crisis constitucional en el Reino Unido en medio de una inquietante situación internacional con un nazismo en crecimiento en Europa, hizo que asumiera la alta dignidad del reino su padre, duque de York, segundo en la línea de sucesión al trono y que no se había preparado jamás para ello.

Es que, precisamente, se necesitaba un monarca que como jefe del Estado mostrara un fuerte liderazgo ante la amenaza cierta de verse obligado a enfrentar a Hitler. Alberto, que al ser coronado rey el 11 de diciembre de 1936 tomó el nombre de Jorge VI, padecía trastornos psicológicos y de comunicación caracterizados por la tartamudez, tal como se muestra en el exitoso film “El discurso del rey”, ganador del Oscar a la mejor película en el año 2011. Por eso la actual Isabel II, que tenía 10 años cuando su padre se hace rey, renegó siempre de su tío Eduardo VIII porque su renuncia le privó “de la paz familiar” que deseaba para el resto de su vida. Tanto que su propia madre, Isabel Bows-Lyon, popularmente conocida como la reina madre, y que murió a los 102 años en 2002, llegó a odiar a su cuñado Eduardo y a Wally Simpson porque según confesó a sus íntimos no había nacido para ser reina y los culpaba de haber perdido la tranquilidad y felicidad junto a su marido y sus hijas.  Incluso su hija menor, la princesa Margarita, llegó a comentar entre sus amigos, “pobre mi hermana Isabel, lo que le espera”.

La vida sigue, y el 20 de noviembre de 1947 la princesa, conocida familiarmente como Lilibeth, ubicada en el primer lugar en la línea de sucesión al trono, contrae matrimonio con su primo tercero, Felipe, príncipe de Grecia, luego duque de Edimburgo, contra la voluntad de su madre que tenía otros candidatos “más adecuados” para ella.

No obstante, al poco tiempo Felipe se ganó un gran cariño de la familia real e incluso de la mayoría de los ingleses, según encuestas de la época. El 6 de febrero de 1952, hacen hoy 70 años, muere Jorge VI y su hija mayor, con 26 años, es ungida soberana como Isabel II del Reino Unido y a la vez, máxima autoridad de quince estados independientes “constituidos en reino” a través de la llamada Mancomunidad de Naciones, integrada por cincuenta y cuatro países de los que es la principal figura política.

Además, es gobernadora suprema de la Iglesia de Inglaterra, y su rol abarca funciones constitucionales importantes como figura de unidad nacional y sin duda de primer representante de su nación en el mundo. Pero para que pudiera cumplir esas responsabilidades con mayor acierto, aquella joven, de carácter frío, con pocas amigas, se vio obligada a preparar su figura de reina antes de llegar al trono. Así, recibió clases de historia constitucional y de francés y asistió a clases del movimiento de escultismo Girl Guides, escuela infantil y juvenil para la educación de niños y jóvenes sobre la base de valores y juegos al aire libre “como método de enseñanza no formal”.

Con la llegada de sus cuatro hijos su vida cambió sustancialmente. Carlos, primero en la sucesión dinástica que hoy tiene 73 años, Ana, Andrés y Eduardo, quienes les dieron ocho nietos, siendo los de mayor ascendencia dinástica los de Carlos y Diana de Gales, fallecida en 1997, Guillermo y Enrique. Precisamente el comportamiento de alguno de sus hijos sobre todo por sus relaciones sentimentales, le ha recordado cada tanto a su aborrecido tío Eduardo VIII, según la prensa británica, ya que han roto en varias ocasiones antiguas tradiciones y el propio protocolo ancestral de la Casa Windsor o Casa Real del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, la monarquía más emblemática del mundo.

Al celebrar hoy sus 70 años en el trono, Isabel II recuerda especialmente a su esposo Felipe, fallecido hace un año, y muestra su parecer sobre el comportamiento de sus hijos y nietos, según si participan o no de las celebraciones. Su estado de salud preocupa siempre a los ingleses e incluso en las últimas semanas la prensa confirmó lo que se sabía de hace décadas, que el protocolo de su funeral está preparado hasta el último detalle, mientras todos sabemos que ya sobrevivió a siete papas, trece primeros ministros británicos y recibió a casi cien jefes de estado de todo el mundo.

Por otra parte, aunque en los últimos años se ha mostrado con atuendos más coloridos, Isabel II, que el próximo 26 de abril cumplirá 96 años, se caracterizó siempre por mostrarse como una mujer muy clásica con sus trajes en tonos grises, sus sorprendentes sombreros y sus infaltables carteras.

Fuente.Cadena3