TuCorrientes Monte Caseros un portal que rescata nuestras raíces e historias de personas que han hecho patria en nuestra ciudad. En esta oportunidad nuestro portal realizó una investigación a 102 años del aniversario de su muerte.
El día miércoles 18 de septiembre de 1912 muere el doctor Samuel W. Robinson, una de las figuras de mayor relieve en la historia local. Su acción filantrópica, deportiva, cultural y social llega hasta nuestro días para ser imborrable el recuerdo de Robinson en Monte Caseros.
Él nació el jueves 8 de marzo de 1866 en Baltimore (Ciudad independiente de EE. UU.). Fue hijo de Samuel Robinson y doña Irene Elena Harrison. Sus estudios secundarios tuvieron lugar en Dublín (Irlanda). A los 18 años entro a estudiar medicina en el mismo lugar. El día jueves 30 de junio de 1887 se graduó de “Bachiller en Cirugía” y el día lunes 20 de enero de 1890 consiguió el diploma de “Doctor en Medicina y Cirugía”.
Apenas recibido comenzó a prestar servicios en un barco que hacia la carrera entre las Islas británicas y el Brasil, tomando así contacto con el suelo y los hombres de América. Después de pocos cruceros aceptó en 1891 el cargo de médico de la Empresa “Las Palmas del Chaco Austral” importante organización británica que se dedicó a la explotación del quebracho en nuestro país. Desde entonces se radico en la Argentina cuyas autoridades reconocieron su título y lo equipararon a los nacionales el día viernes 22 de abril de 1892. Ejerció en el Chaco primero y luego por algunos meses en Corrientes donde se casó con doña Ana María Georgetti.
Cuando se iniciaron los trabajos de construcción del ferrocarril de Mercedes a Corrientes pasó al servicio del Nordeste Argentino.
Traído por esa empresa, hacia 1896 vino a Monte Caseros, sede de la administración de la misma.
Se instaló en la antigua casa de don Eulogio Medina, en la calle Sarmiento, propiedad que compró para hacer de ella una hermosa residencia, como exigía su gusto fino de auténtico señor.
Tenía un fin primordial único: el hombre, en lo que tiene de vital y trascendente. Por dos sendas encauzó sus afanes para elevarlo y en cada una dejó una semilla que los años convirtieron en arboles robustos y de noble médula. Como hombre de ciencias quedo su obra en el Hospital de Caridad; como deportista en el Club Atlético. Las dos instituciones llevan el nombre de Samuel W. Robinson.
El Hospital de Caridad había sido fundado en 1890. Con una Comisión de Damas, el modesto aporte popular y a veces alguna ayuda oficial lograron que no se viniera a ruinas la vieja casa de la calle San Martin, 100 varas más acá del rio. En tres piezas se instalaban los enfermos y en una cocina (techo de paja y piso de ladrillos) una cocinera criolla, que no conocía sueldos, les preparaba humildes guisados.
En 1898 llegó el Dr. Robinson al Hospital, puso dinero suyo y el que consiguió de su amigo don Andrés Mc Lounghin y empezó a construir, organizar y asistir; con muros limpios y alma nueva la casa pudo recién cumplir su misión. Se proyectó un edificio grande y adecuado que no pudo realizarse en vida de don Samuel; a su muerte don Luis Obregón y don Samuel Fernández salieron con las “damas de Caridad” a pedir al vecindario que levantara el monumento que debía a su bienhechor. No se hicieron columnas, bronces, ni mármoles; nada que uniera idea de muerte a la memoria de quien se quería recordar vivo. Al lado del viejo, el pueblo hizo un Hospital nuevo que inauguró el día domingo 11 de abril de 1926, se llamó desde aquel día “SAMUEL W. ROBINSON”.
En cuanto al deporte auspició la fundación del “MONTE CASEROS FOOTBALL CLUB” (8 de abril de 1906) que fusionado el día domingo 13 de octubre de 1907 con el “MONTE CASEROS CRICKET CLUB” originaron el CLUB ATLETICO “SAMUEL W. ROBINSON” el día sábado 1° de mayo de 1915. Acertada estuvo la Asamblea de aquel año cuando fijó el homenaje en el Artículo 1° del Estatuto del Club diciendo que “El Dr. Samuel W. Robinson de origen Irlandés, ha recibido así un modesto pero justificado homenaje, por ser el quien implantara la práctica del deporte en nuestro medio. Por otra parte se ha querido inmortalizar su nombre como gratitud por la obra filantrópica que realizara en esta localidad”. En sus años posteriores la institución conquistó fama y prestigio; llegó a adjudicarse el Campeonato de la Provincia; fue fundadora de la Liga Correntina de Fútbol (17 de Noviembre de 1920).
El Dr. Robinson dejo de existir el miércoles 18 de septiembre de 1912. Día de dolor fue aquel en nuestro pueblo. El 19 se hizo el entierro; una multitud siguió a los restos por las calles de la villa, donde nadie había transitado esa mañana. Autoridades, escuelas, comunidades extranjeras, marineras, fuerzas de policía, instituciones culturales, y benéficas y sobre todo el pueblo gris, doliente y abrumado, todos formaron en el cortejo largo de la despedida.
Este es el pequeño y humilde homenaje que Tucorrientes Monte Caseros le dedica a este médico ingles que entro en la leyenda de las cosas nobles, puras y limpias de nuestro pueblo. En las palabras que quedan, en los hechos que marcan una época, en las historias trasmitidas de generación a generación, se olvidaron sus desplantes, sus errores, sus imperfecciones, si alguna vez las tuvo. Filtrado por el tiempo, arrojado por la distancia, su recuerdo cercano aun, se recoge con devoción.
Fue un avanzado del progreso con las condiciones incorruptibles del médico ideal, generoso, inteligente, trabajador y en todas las actividades de la comunidad impuso su sello ingenioso. Quizás rompió moldes, destruyo prejuicios, enfrento paredes. Y felizmente para él, el reconocimiento le puso un monumento que lo regocijará desde donde él esté. Su hospital, el que alentó en esforzada acción, es por demás suyo, tiene su nombre.
BASADO EN LOS TRABAJOS DEL HISTORIADOR CASEREÑO RICARDO E. SAGARZAZU Y LA RECOPILACION DOCUMENTAL EN HOMENAJE DEL PRIMER CENTENARIO DE MONTE CASEROS POR FRANCISCO MANZI.
Inspirados en la pasión de la investigación que realizamos de Samuel W. Robinson es que desde TuCorrientes Monte Caseros nos moviliza las ganas de hacer un periodismo más sensible, profundo y revisionista de nuestras raíces... no olvidar de donde venimos permite saber quienes somos.-