Lucas Décima tenía 17 años. El jueves a la madrugada estaba con un grupo de amigos en Ezeiza y Eduardo Costa cuando dos jóvenes comenzaron a discutir en un posible enfrentamiento entre dos bandas del mismo barrio. Uno de ellos efectúa algunos disparos al aire y fue en ese momento que una vecina llama al 911.

Cuando la policía llegó, se llevó detenido a Lucas para que declare en la comisaría ya que había sido señalado como el autor de los disparos.

Cuando el joven de 17 años era trasladado, el sargento Marino Alberto Ballarino de 40 años que llevaba su pistola sin seguro y arriba de su pierna, disparó. La bala le dio en el tórax a Lucas quien murió a los pocos minutos de llegar al Hospital Héroes de Malvinas en Merlo.

"Fue un accidente", se justificó el efectivo que quedó detenido en la comisaría tercera de Merlo, a disposición de los fiscales Valeria Courtade y Alejandro Jons, titulares de la UFI 4, de Morón, que instruyeron actuaciones por "homicidio" y ordenaron a Gendarmería Nacional la realización de las pericias.

GATILLO FÁCIL EN CÓRDOBA

Otro caso similar, sorprendió a la ciudad de Villa María. El miércoles por la madrugada un joven de 18 años, Franco Amaya, viajaba con su primo en una moto.

Los jóvenes no se detuvieron a un control policial que había en el cruce de Alem y Los Gigantes y uno de los policías que estaba en el lugar les disparó. Franco resultó herido y a las horas murió en el hospital.