Mercedes, Friday 26 de May de 2017
 

Nicolás Lauría, jugador estrella del consagrado campeón de la Conferencia Norte del TNA, Comunicaciones de Mercedes, dialogó con Cien por Ciento Básquet y aclaró que todo se consiguió “pasito a pasito”. 

El marplatense, que juega desde hace dos temporadas en Comunicaciones de Mercedes (Corrientes), llegó a la ciudad litoraleña decidido a marcar una diferencia y sin duda que con sus más de 2 metros de estatura y total entrega al deporte de su sangre, la imprimió y la selló con una gran victoria.

Fue el triunfo obtenido ante Hindú Club de Chaco en la serie por 3 a 0 el que le permitió obtener el Campeonato de la Conferencia Norte del Torneo Nacional de ascenso, y ahora esperar entre los equipos bonaerenses de Atenas y Estudiantes al campeón del Sur, para ir tras el ascenso a la Liga Nacional, la cima del básquet argentino.

Lauría dialogó de forma amena y distendida con Cien por Ciento Básquet a través de La Red, FM 98.3, horas antes del tercer y último partido de la serie y había admitido que salir confiados sería un error, por lo cual actuaron con cautela ante un duro rival como el chaqueño al que finalmente le armaron las valijas.

En cuanto a las expectativas había sostenido “sinceramente no he mirado mucho la zona sur, me da igual cualquiera, yo quiero llegar a la final”, y se cumplió.

Analizó que el TNA tiene tanta vorágine que no se puede analizar a potenciales rivales con tiempo, hay que ir “pasito a pasito” y sin confiarse, y fue así que llegaron a la mejor parte del torneo.

Haciendo un repaso por los obstáculos que debieron afrontar para llegar a estas instancias, recordó equipos que les complicaron el panorama y las tácticas de juego, entre ellos Salta Basket, que aunque no les pudo ganar les representó un rival de respeto, con el cambio de los norteamericanos y especialmente la incorporación del compatriota Matías Fioretti.

“Salta se debe haber quedado con la espina de no poder ganarnos ningún partido porque fueron increíblemente luchados, muy difíciles y para cualquiera de los dos”, rememoró el jugador número 9 que a varios salteños se les quedó atragantado por algunas provocaciones propias de un imparable.

A nivel personal, Nico Lauría realizó un balance muy positivo, el mejor de los últimos años: “es una excelente temporada para mí, mucho mejor que la anterior. Llegué a un equipo con trayectoria y muy buenos jugadores con el objetivo de ser líder y llevar al equipo al mejor puerto, aunque eso significara resignar protagonismo para que el equipo gane, lo que me aportó un crecimiento enorme. Hubo partidos en que tomé solo 8 tiros y eso te hace crecer en otras áreas”.

Agradeció a Dios, a sus entrenadores y a sus compañeros, viejos experimentados y juveniles con toda la garra, por el buen papel que le permitieron desarrollar hasta acá. Planea seguir por mucho más, ahora el sueño del ascenso está al alcance de las manos y habrá que saber aprovecharlo.

UNA HISTORIA DE PELÍCULA

Nicolás vio por última vez a su papá cuando tenía dos años, el resto de su vida se la pasó buscándolo y jugando cada vez mejor para que al encontrarlo se sintiera orgulloso. Se trata de Zachary Cooper, un atlético pivote norteamericano ex NBA, que pasó por Peñarol a fines de los 80, vivió un intenso romance con Cristina Lauría en Mar del Plata y después decidió continuar con su rumbo de trotamundos sin siquiera dejar su apellido.

Fuente: cienxcientobasquet.com