Nacional, Thursday 16 de March de 2023

Se trata de Roberto Medina, exsubsecretario de Transporte de la provincia de Chaco. Está acusado de haber participado de una organización que, a través de una asociación civil, ofrecía becas laborales a mujeres para desempeñarse en dependencias del Estado a cambio de explotarlas sexualmente.

Se trata de Roberto Medina, exsubsecretario de Transporte de la provincia de Chaco. Está acusado de haber participado de una organización que, a través de una asociación civil, ofrecía becas laborales a mujeres para desempeñarse en dependencias del Estado a cambio de explotarlas sexualmente con funcionarios públicos del gobierno provincial.

El Tribunal Oral de Resistencia, integrado de manera unipersonal por el juez Enrique Bosch, inició ayer el juicio al exsubsecretario de Transporte de la provincia de Chaco, Roberto Medina, quien está acusado de formar parte de una organización que, a través de la asociación civil “No me Olvides”, explotaba sexualmente a mujeres con hombres vinculados al poder en la provincia de Chaco, a cambio de darle acceso a las becas que gestiona esa institución. Medina se encuentra con prisión preventiva desde diciembre de 2021 y está imputado en grado de partícipe necesario del delito de trata con fines de explotación sexual agravado por el uso de violencia, amenazas, abuso de la situación de vulnerabilidad, por haber sido más de tres las víctimas y por la participación de más de tres personas en los hechos.

Este proceso se desprendió de una causa principal por la cual en septiembre de 2021 Elida Mambrín y Lorena Quintana fueron condenadas a 15 y 3 años de prisión por el mismo tribunal, por resultar coautora y partícipe necesaria, respectivamente, del mismo delito. También estuvo imputado de participar en la organización Rolando Vallejo (alias "Kilo"), quien se suicidó en 2020 luego de permanecer prófugo durante dos meses.

Según quedó demostrado en aquel juicio, Mambrín y Vallejo captaban a las víctimas con ofrecimientos de trabajos para el Estado. Una vez seleccionadas, les exigían "buena presencia, físico y vestimenta" y las exhibían en distintos organismos públicos donde funcionarios podían elegirlas y ofrecerles “otro tipo de encuentro”. De esta manera, las personas acusadas obtenían a cambio influencia políticas.

En el juicio interviene el fiscal general de Resistencia, Federico Carniel y el auxiliar fiscal Horacio Rodríguez, con la asistencia de la auxiliar fiscal de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), Valeria Torcetta. La instrucción de la causa estuvo a cargo del fiscal federal Patricio Sabadini.

Durante la primera jornada, el juez Bosch rechazó las nulidades planteadas por la defensa. Luego se procedió a la lectura del requerimiento de elevación a juicio y posteriormente se le tomó declaración al imputado, que respondió preguntas formuladas por la fiscalía. Finalmente declararon tres testigos, entre ellas la mujer que recibió la denuncia que dio origen a la causa.

En la próxima audiencia, prevista para hoy, se espera que declaren seis testigos más. Este viernes tendrán lugar los alegatos.

Participación “esencial y determinante”

Según consta en el requerimiento de elevación a juicio, tres de las víctimas que declararon en el juicio contra Mabrín y Quintana aseguraron que “Medina conocía la situación de explotación y maltrato a la que eran sometidas las becarias que pertenecían a la asociación ‘No me Olvides’ y presionaba a las mujeres que prestaban funciones en la subsecretaría de Transporte, de la cual él era el jefe, para que aceptaran las condiciones y abusos establecidos por Vallejos para seguir trabajando ahí”.

“Los testimonios afirman que cuando alguna de las chicas se negaba a los pedidos sexuales que les hacía “Kilo” Vallejos, Medina les hacía la vida imposible y buscaba pretextos para echarlas”, señaló el fiscal en el dictamen.

Para el fiscal Sabadini, la participación de Medina fue “esencial y determinante” ya que, desde su puesto de funcionario provincial, “brindó las herramientas económicas, administrativas y políticas necesarias” para llevar adelante la explotación sexual de las víctimas.

“Medina, a pesar de haber tenido conocimiento de las situaciones vejatorias a las que eran sometidas las jóvenes, quienes acudieron a él en busca de ayuda, no sólo decidió ignorar el contexto denunciado por las víctimas sino que habría utilizado su posición jerárquica para coaccionar y amedrentar a estas jóvenes a que aceptaran las condiciones impuestas por los integrantes de la asociación civil. La postura asumida por Medina habría permitido la intermediación y facilitación para que estas mujeres fueran impunemente ‘exhibidas’, ‘ofertadas’, y ‘comercializadas’ a un público consumidor selecto -funcionarios y políticos, entre otros-", aseguró el representante del MPF.

Según la investigación, el modus operandi utilizado por Mambrín, Vallejo y Quintana consistía en captar mujeres jóvenes utilizando la asociación civil, de la cual Vallejos era el presidente. Esta asociación tenía como fin lícito la gestión de becas que les permitía a las aspirantes ingresar a trabajos en el Gobierno provincial, como por ejemplo en la Subsecretaría de Transporte donde Medina era el jefe. Sin embargo, esto no era más que un mecanismo para reclutar mujeres que eran ofrecidas para encuentros sexuales con hombres y que, a su vez, les permitían a Vallejo y Mambrín mantener y acentuar sus vinculaciones políticas.

Antecedentes del caso

La investigación se inició en marzo de 2020 a raíz de la declaración de cuatro mujeres ante la Secretaría de Derechos Humanos y Género de Chaco. En esa oportunidad, denunciaron que un grupo de 70 mujeres habrían sido víctimas de los responsables de la asociación civil "No Me Olvides".

Según la investigación, las víctimas tomaban conocimiento de la existencia de la asociación a través de otras mujeres ya becadas y de publicidad y avisos radiales que detallaban la dirección del lugar. Una vez que enviaban sus currículums, eran entrevistadas por Vallejos y Mambrín. En la selección tomaban en cuenta su apariencia física, situación sentimental y familiar. Se les indicaba que debían cuidar su imagen y estar siempre arregladas porque trabajarían para políticos.

Las chicas con estas características pasaban a formar parte de la asociación como socias activas, debiendo realizar un aporte de una cuota mensual de 300 pesos, que era para el pago del alquiler del local.

Las víctimas coincidieron en que al prestar funciones en la sede de la asociación eran acosadas y abusadas. Varias de ellas señalaron que tanto Vallejo como Mambrín les hacían chistes con contenido sexual, tratándolas como sus amantes, y que les hacían preguntas específicas sobre la situación sentimental en la que se encontraban. Además, señalaron que les hacían exigencias sobre su vestimenta y apariencia, que les pedían que usen ropas “seductoras y llamativas”, que fueran maquilladas y que les exigían que no aumentaran de peso. También aseguraron que Vallejo y Mambrín las tocaban, por ejemplo, cuando pasaban a su lado.

Agregaron que eran “exhibidas” a distintos hombres, a quienes eran ofrecidas como secretarias. Para ello, las hacían “pasear” en la camioneta de la asociación y las trasladaban a las oficinas del Correo Argentino, de Vialidad y distintas áreas del gobierno, para mostrarse ante funcionarios públicos. En esas circunstancias debían mostrarse “dando la vuelta”.

Particularmente con el exsubsecretario de Transporte Medina, señalaron que el ofrecimiento de chicas era a cambio de dinero, vales de nafta y vehículos para la asociación.