La resolución, firmada por los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu, autoriza que la exmandataria cumpla su condena de seis años en su domicilio del barrio porteño de Constitución, bajo la condición de portar una tobillera electrónica para su monitoreo permanente.

La medida fue adoptada en contra del criterio sostenido por los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, quienes habían rechazado el beneficio y reclamado el cumplimiento de la pena en una cárcel común. En su dictamen, los fiscales sostuvieron que no existían razones humanitarias ni condiciones personales excepcionales que justificaran la prisión domiciliaria, argumentando que Kirchner “no presenta problemas de salud ni limitaciones físicas” que tornen incompatible el encierro carcelario con un trato digno.

Pese a ello, el tribunal fundamentó su decisión en un estudio socioambiental que concluyó que el domicilio en la calle San José reúne las condiciones necesarias para albergar la modalidad de prisión domiciliaria. Durante la evaluación, Kirchner habría manifestado gozar de buena salud.

En el mismo fallo, los jueces desestimaron el planteo del abogado defensor, Alberto Beraldi, quien había calificado el uso de la tobillera electrónica como “innecesario” y “una dilapidación de recursos del Estado”. No obstante, el tribunal coincidió con los fiscales en la necesidad del monitoreo electrónico, considerando que se trata de una herramienta adecuada para garantizar el cumplimiento efectivo de la pena fuera del ámbito penitenciario.

La causa por la cual Kirchner fue condenada, conocida como "Vialidad", investiga presuntas irregularidades en la adjudicación de obras públicas durante su gobierno. La decisión de concederle el arresto domiciliario, aún con sus condiciones, ya genera repercusiones tanto en el ámbito judicial como político.

Fuente: C3