La Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) manifestó este miércoles su “profunda preocupación” ante la reciente decisión del Gobierno nacional de disolver la Dirección Nacional de Vialidad, medida anunciada mediante decreto por el presidente Javier Milei.
La entidad, duramente cuestionada por el mandatario –quien la ha tildado como “la cámara de la corrupción”– advirtió que la eliminación de Vialidad “afecta la capacidad del Estado para planificar, licitar y controlar proyectos viales de forma eficiente y transparente”.
Con casi un siglo de historia, la Dirección Nacional de Vialidad fue señalada por CAMARCO como un organismo clave en el desarrollo federal de la infraestructura del país, con equipos técnicos capacitados para ejecutar obras en todas las regiones.
La central empresaria alertó sobre la incertidumbre que genera el traspaso de sus funciones al Ministerio de Economía y a la Gendarmería Nacional, y expresó inquietud por la continuidad de obras estratégicas, el impacto en el empleo del sector y el debilitamiento de la articulación público-privada que sostuvo el desarrollo vial en las últimas décadas.
“El mantenimiento de la red federal, especialmente de más de 30 mil kilómetros que no serán concesionados al sector privado, constituye una seria preocupación por su impacto en la producción, la logística y la vida cotidiana de miles de argentinos”, señaló la entidad.
CAMARCO destacó que “la inversión en caminos y rutas no representa un gasto, sino una herramienta para crecer, generar empleo y fortalecer el entramado productivo nacional”, y pidió abrir espacios de diálogo con una mirada estratégica y de largo plazo.
Finalmente, reafirmó su disposición a trabajar junto al Estado en el diseño de políticas públicas sostenidas, con reglas claras y visión federal. “El país necesita previsibilidad para seguir generando empleo, inversión y crecimiento en todo el territorio”, concluyó.
Fuente: C3