El proceso comenzará este 1° de agosto en San Luis, tras una larga batalla legal contra su ex pareja, Diego Oliveri, y su entonces novia, Tatiana Yacarini.
Después de cinco años de espera, dolor y humillación, la puntana Gabriela Fernández Aberastain logró que la Justicia fije una fecha para el juicio por sextorsión que la tiene como víctima. El proceso comenzará este 1° de agosto en San Luis, tras una larga batalla legal contra su ex pareja, Diego Oliveri, y su entonces novia, Tatiana Yacarini.
“Cuando ya pensaba que todo iba a prescribir, que otra vez la impunidad ganaría, llegó la noticia: el juicio finalmente se hará”, relató con alivio Gabriela, de 41 años, profesora de fitness y ex campeona de fisicoculturismo. El caso comenzó en 2020, en plena pandemia, cuando un video íntimo suyo —grabado en la intimidad de una relación anterior— fue difundido en redes sociales por despecho y venganza.
Gabriela asegura que fue víctima de amenazas y hostigamiento por parte de Oliveri, quien la presionaba para retomar la relación y la chantajeaba con divulgar las imágenes si se negaba. La difusión efectiva del video fue realizada por Yacarini, quien además la amenazó por mensajes: “Te voy a hacer mierda y tus hijos van a tener un accidente”, según consta en la denuncia judicial.
El material se viralizó en un contexto de encierro total por el COVID-19, lo que potenció su impacto en una ciudad chica como San Luis. “Sentí que todo el pueblo me había violado delante de mis hijos. Me convertí en un pedazo de carne, una vergüenza pública”, recordó Gabriela entre lágrimas.
Los efectos en su vida fueron devastadores: perdió trabajos, fue estigmatizada, cayó en una profunda depresión y sufrió ataques de pánico. “Estuve días sin poder moverme de la cama. Mis padres, mayores y conservadores, preferían el silencio. Pero fueron mis hijos los que me salvaron”, expresó.
El juicio estará a cargo del juez Ariel Gustavo Parrillis, del Tribunal Unipersonal de San Luis, y tendrá tres audiencias: 1, 4 y 5 de agosto. Los imputados serán juzgados por amenazas, difusión no consentida de material íntimo y desobediencia judicial. Un intento de la defensa para cerrar el caso por prescripción fue rechazado por el Tribunal de Impugnaciones, que confirmó la continuidad del proceso.
Este será el segundo juicio por sextorsión o “porno-venganza” en la Argentina. El antecedente directo ocurrió en La Rioja en 2021, con la condena del tatuador Patricio Pioli a cinco años de prisión efectiva por hechos similares.
“Esta lucha me destruyó, pero también me hizo fuerte. Siento que recién ahora puedo empezar a mirar hacia adelante”, dice Gabriela, que aún batalla con síntomas de ansiedad, pero mantiene la esperanza de encontrar justicia y paz.
“No quiero venganza. Quiero que esto no le pase a nadie más”, concluyó.
Fuente: Clarin