La investigación comenzó el jueves 31 de julio, luego de que un reporte alertara sobre el acceso desde un teléfono celular local a la denominada “internet oscura”, donde se obtenía contenido sexual con menores de edad.

Con la ubicación y el dispositivo identificados, el viernes 1 de agosto se llevó a cabo un allanamiento en un domicilio de la ciudad, que resultó positivo. En el lugar se secuestraron dos teléfonos celulares, cuyo análisis posterior reveló la existencia de alrededor de 300 videos y 100 fotografías de menores de ambos sexos y distintas edades, además de material de zoofilia que está siendo evaluado por la Unidad Fiscal de Investigaciones (UFI) de Corrientes.

En un inicio, el caso estuvo a cargo del fiscal subrogante, Dr. Cañete, y el imputado, identificado como Romero, fue acusado de tenencia de material prohibido. Sin embargo, debido a la cantidad y características de los archivos, la causa se agravó a “distribución de pornografía infantil”, delito que, según el Código Penal Argentino, prevé penas de hasta 10 años de prisión.

El domingo 3 de agosto se ordenó la detención de Romero y, el jueves 7, la fiscal titular de la UFI, Dra. Arrúa, obtuvo la prisión preventiva. El acusado permanece alojado en la alcaidía de Curuzú Cuatiá, con defensa a cargo de la Dra. Duarte.