El 21 de agosto de 2015, el femicidio de Claudia Schaefer conmocionó al país. Una década después, la fiscal Carolina Carballido Calatayud, quien tuvo a su cargo la investigación, aseguró que aquel crimen fue “un antes y un después” tanto en lo profesional como en lo personal.
“Durante el juicio soñé con ella que me decía que era su voz”, recordó la funcionaria judicial en diálogo con Clarín, al cumplirse diez años del asesinato cometido por el empresario Fernando Farré en el country Martindale de Pilar.
El caso tuvo un fuerte impacto social porque ocurrió apenas un mes después de la primera marcha de Ni Una Menos, y fue uno de los primeros juicios en la provincia de Buenos Aires donde un femicidio fue juzgado por un jurado popular.
Carballido Calatayud destacó que el proceso fue un desafío inédito: “Tuvimos que explicar al jurado qué era un femicidio, cómo se construye la violencia de género y mostrar la violencia silenciosa que sufría Claudia. No era tan previsible que la iba a matar, pero había señales claras”.
El 6 de junio de 2017, el jurado popular declaró por unanimidad culpable a Farré, y el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de San Isidro lo condenó a prisión perpetua. Según la pericia psicológica, el empresario presentaba un perfil “narcisista, con rasgos psicopáticos y paranoides”.
Desde entonces, Farré pasó por varias cárceles bonaerenses y en mayo de este año la Justicia rechazó un nuevo pedido de prisión domiciliaria. Actualmente cumple su condena en la Unidad 41 de Campana y recién podría acceder a la libertad en 2050.
El crimen de Schaefer se produjo en el marco de un divorcio conflictivo. Ese 21 de agosto, tras acordar retirar sus pertenencias de la vivienda del country, la mujer ingresó al vestidor donde fue atacada por Farré con dos cuchillos. La autopsia reveló que sufrió 74 lesiones, de las cuales 66 fueron puñaladas, y murió degollada.
La fiscal recordó que el caso la atravesó de manera personal: “Claudia tenía mi misma edad y sus hijos eran de la misma edad que los míos. Fue imposible no empatizar con su familia. Este femicidio mostró que la violencia de género atraviesa todas las clases sociales y que muchas veces los indicios pasan desapercibidos hasta que ocurre la tragedia”.
Fuente: Clarin