Nacional, Tuesday 26 de August de 2025

La tensión financiera volvió a acelerarse tras la decisión del  (BCRA) de subir nuevamente los encajes bancarios, una medida que obliga a las entidades a sostener altas tasas de interés para atraer depósitos y que, como contracara, encarece aún más el crédito para empresas y familias.

Según el último dato oficial del viernes 22, el promedio del sistema financiero para un plazo fijo a 30 días se ubicó en 51,3%, cuando diez días atrás rendía 43% y hace apenas un mes llegaba al 33%.

En los bancos explican que los cambios recientes en el esquema de encajes, que desde la semana pasada exige un cómputo diario en lugar de mensual, complicaron la administración de liquidez, hasta entonces apoyada en las ya desactivadas Lefi. Esa modificación, junto con la nueva suba de encajes, empuja a las entidades a salir a captar depósitos a tasas cada vez más altas.

Actualmente, los bancos privados líderes ofrecen rendimientos por encima del 50%. Galicia paga entre 50 y 58%, Macro entre 53 y 56%, Supervielle 51%, BBVA entre 45 y 48% y Santander entre 38 y 41%. Entre las entidades más chicas también se registran tasas elevadas: CMF (52%), Reba (50%), Bica (51%) y Voii (51%). Entre los públicos, el Nación subió su tasa al 47% y el Provincia al 48%.

Los bancos reconocen que estas tasas son provisorias y que podrían volver a modificarse según las necesidades de liquidez. De hecho, algunas entidades admitieron haber cerrado operaciones puntuales con grandes depositantes a tasas del 60%, en medio de una fuerte competencia por captar fondos.

La dinámica está atada a la licitación de bonos del Tesoro que se realizará este miércoles para enfrentar vencimientos por $9 billones. El Ministerio de Economía ofrecerá títulos con duración mayor a 60 días, que el BCRA permitirá integrar como encajes desde la próxima semana. “Si los bancos no quieren que sus pesos encajados rindan 0, deberán licitar esos bonos”, advirtió un informe de Grupo IEB.

El efecto inmediato de este esquema es un enfriamiento del crédito. Las líneas hipotecarias y prendarias prácticamente se frenaron y, en el caso de los préstamos al consumo, la suba de tasas y el riesgo de morosidad obligan a las entidades a ser más cautas.

El Gobierno, en un delicado equilibrio entre inflación y actividad en plena campaña electoral, optó por priorizar el control de precios. “El objetivo es secar la plaza de pesos para evitar que se vayan al dólar o recalienten la inflación”, explican en la city.

El costo, sin embargo, lo sienten empresas y familias que ya enfrentan un escenario crediticio mucho más caro y restringido.

Fuente: Infobae