El hecho ocurrió en inmediaciones de las calles Félix de Azara y Ambrosetti, cuando una pareja pidió auxilio desesperadamente a los uniformados que patrullaban la zona. La madre explicó que su hija recién nacida se encontraba asfixiándose.

De inmediato, los policías iniciaron el traslado de la pequeña hacia el Hospital Pediátrico Juan Pablo II. En el trayecto, la Cabo 1ª Dana Duarte advirtió que la bebé tenía serias dificultades para respirar y procedió a realizar maniobras de reanimación. Gracias a esa intervención, la niña logró expulsar leche y flema que obstruían sus vías respiratorias, recuperando la respiración.

Una vez en el hospital, los médicos confirmaron la estabilización de la menor y destacaron el accionar de los efectivos, en particular de la Cabo Duarte y del Sargento Franco Gauto, chofer de la patrulla. Ambos fueron reconocidos por su profesionalismo, preparación y vocación de servicio, cualidades que resultaron determinantes para salvar la vida de la pequeña.